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Comunidad Paijanera

Hildebrandt: “Alan habló como político, no como aprista”

Estábamos equivocados. Martha Hildebrandt no duerme en el hemiciclo, lo que hace es cerrar los ojos, que no es lo mismo. En realidad, está tan atenta que ya se ha percatado de que Lourdes Flores peca de ingenua, y que lo mismo le puede pasar a los periodistas.

Esta semana, los principales candidatos a la Alcaldía de Lima han hecho uso de su verbo florido. Lourdes Flores ha dicho que Álex Kouri se rodeaba de “chalecos” y usaba “baterías” para gobernar en el Callao…
¿Baterías?, ¿Y eso qué es?

Al parecer, son grupos de hampones.
Eso no lo sabía. Nunca lo había oído.

Bueno, Kouri respondió y llamó pituca a Lourdes. ¿No siente que esta campaña municipal se está convirtiendo en objeto de estudio lingüístico antes que en intercambio de propuestas?
No tanto como eso. Son términos del lenguaje político. El único que yo no conocía era el de batería, por grupo de choque o grupo armado. Lo de pituca es conocidísimo, desde la época de la mujer de (Alejandro) Toledo.

¿Pero qué le parece la situación en general? Hay mucho adjetivo y poca propuesta.
Por favor, yo no soy tan exigente como los periodistas. Me hace mucha gracia el papel de la prensa. No solamente en el campo político. Se creen jueces y señores de todas las áreas, pero nadie les dio esa potestad.

¿Tanto le molesta?
Me molesta porque ese no es su papel. No son jueces.

Hace unas semanas le dijo a El Comercio que pensaba votar por Lourdes Flores. ¿Lo sigue pensando?
No, tanto como eso, no.

¿Ya no?
Yo dije que votaría, en condicional. Y yo votaría por ella, si yo no tuviera partido. Pero yo soy una persona que es absolutamente consecuente con su grupo político, y yo no votaría distinto de mi grupo. Así es que lo dije, tal vez fue una ligereza, porque a Lourdes la estimo mucho como persona. Me parece íntegra, inatacable desde muchos puntos de vista, y que no ha tenido en política el éxito que debería tener, por culpa de sus cualidades.

¿Y cuáles son las cualidades de Lourdes que le impiden lograr el éxito?
Es un poco ingenua. Y en política, el mayor pecado es ser ingenuo.

¿Qué ha pasado en estas últimas semanas? Antes decía, al menos en condicional, que votaría por Lourdes y ahora lo descarta categóricamente. ¿La han llamado de su partido?
No, señor, no necesito ningún llamado del partido. Se exageró la cosa por la transcripción periodística. Lo dije porque es mi amiga y sostengo que es una persona de confianza; pero si está en un grupo que es antagónico al mío, cómo voy a votar por ella.

¿Y están despertando sus simpatías por el señor Kouri?
No tengo simpatías personales por el señor Kouri, y no sé por qué Lourdes lo llama aristócrata. De dónde. Que yo sepa, él no es aristócrata.

¿Y en su grupo no hay simpatías por Kouri? El señor Raffo estaba muy interesado en su candidatura.
Y creo que Keiko también.

Excepto usted.
No es que excepto yo. Yo no le he dado la menor atención. No soy una activista política dentro de mi partido.

También ha dicho que le gusta el estilo de Luis Castañeda Lossio. ¿Cómo una persona que estudia y gusta de las palabras termina prefiriendo a una persona que se mantiene muda?
Precisamente por eso. (Se ríe).

Explíqueme eso.
Yo soy amiga de Luis Castañeda. Lo estimo muchísimo como persona. Creo que es un gran funcionario, eficientísimo, con sentido social; pero la gente se extraña del 80% de aprobación que tiene. Es mudo, pero ha hecho hospitales de los ómnibus viejos, ha levantado escaleras para aliviar el trabajo de miles de mujeres del pueblo.

Pero también hay sospechas. Pagos irregulares por el caso de Relima.
Yo no creo en esos malos manejos, hasta que lo demuestren. A veces no hay sospechas y fíjese las cosas que se destapan.

¿Y no hay una contradicción en su simpatía por Castañeda? Va a ser rival de Keiko en las elecciones de 2011.
Por supuesto que mi lealtad está con Keiko y votaré por ella. El ser humano es muy complejo, una cosa es lo que se siente y otra lo que se debe hacer. Keiko sería una gran presidenta.

¿Por qué lo dice? Usted valora mucho la formación académica, la preparación personal. ¿Realmente cree que la señora Fujimori puede ser una buena presidenta?
Yo creo que sí. No se olvide que en una persona preparada e inteligente como Keiko, el factor mujer es un exponente N. La mujer de por sí es más positiva para gobernar. Está acostumbrada a gobernar un hogar, un pequeño feudo al cual debe sacar adelante.

¿No hay una mujer más preparada que Keiko en el fujimorismo? Se me ocurre el nombre de Martha Chávez.
Ahh… Martha Chávez es una mujer desperdiciada para el Perú. He trabajado codo a codo con ella, y la admiro en su inteligencia, en su vena política. Pero esas son las discrepancias, cosas que pasan en los grupos, resulta una disociación y alguien se queda afuera.

Adonde iba es que quizá ella podría tener más mérito para ser candidata que Keiko Fujimori, que tiene menos experiencia política.
Oiga, usted es bien inocente.

Dígame por qué.
¿Usted cree que así se hacen las cosas? Usted es un ingenuo. Las preguntas que me está haciendo son de una ingenuidad tal que me las podría hacer un estudiante de periodismo de primer año, con 17 años. ¿Acaso la gente se escoge de un concurso de calidad, y el que saca más nota es el que va a la Presidencia de la República? En qué partido político sucede eso. En ninguna parte del mundo se elige al candidato a la Presidencia porque es el más capaz. Y, muchas veces, los más capaces pierden y se tienen que contentar con posiciones secundarias.

Pues es tristísimo escuchar eso.
No es tristísimo. Ay, pero qué le pasa a usted por favor. Así no se puede seguir hablando. Usted parte de la premisa de que los primeros alumnos deben llegar más lejos, eso es mentira. ¿Dónde están los primeros alumnos? Detrás de un mostrador muchas veces, fracasados absolutos, pobres divorciados que no han tenido éxito en nada. ¿Y de dónde han salido los presidentes de la República? De los medianos, de los últimos. La política tiene poco que ver con el nivel intelectual.

¿Se quedó disgustada por la salida de Renzo Reggiardo del fujimorismo?
No. Él es un buen muchacho, le tengo mucha simpatía, es mi amigo y lo será siempre, pero en este momento es un peón de su padre.

¿Cómo ve al presidente García? Esta semana mandó al diablo a los apristas que esperan su protección.
Me encanta que hable así. Me gusta su energía y su franqueza. El peruano se caracteriza por ser miedoso con las palabras. Se cuida mucho de lo que dice. Yo no. Por eso me encanta cuando Alan habla como ha hablado, no como aprista sino como político. Ha mandado al diablo a su partido.

¿Todavía piensa que Ollanta Humala es un cachaco mediocre?
Sí. Desgraciadamente el tiempo me sigue dando la razón.

Pero tienen algo en común. Ambos admiran a Juan Velasco Alvarado.
Y eso qué tiene que ver. En un partido hay todas las gradaciones de gente que admiran al mismo jefe. Ollanta Humala no tiene la dimensión requerida para jefe de Estado.

¿Le molesta que la retraten cuando duerme en el Congreso?
Me tiene sin cuidado. En primer lugar, porque muchas veces no duermo. Tengo la vista muy mala, casi no veo nada, y me molesta mucho la luz en el Congreso, por eso estoy siempre con los ojos cerrados. Acá (en su casa) también estoy con los ojos cerrados cuando “oigo’ televisión. Me importa un bledo que la gente piense que duermo. Seguramente que en algunos momentos sí caigo en el sueño, pero son los menos, generalmente estoy con los ojos cerrados pero despiertísima. Me parece bonito que se interesen por mí. Me hace gracia. ¿Sabe lo que pasa? Soy muy soberbia y hay cosas que no me llegan.

Con 85 años, ¿tiene temor a perder el uso de sus facultades?
Quisiera morirme rápido. De un ataque al corazón, al cerebro. Quién no va a temer a la invalidez, a la pérdida de raciocinio. Es mi mayor temor.

En una entrevista con Jaime Bayly defendía el sueldo de los parlamentarios. ¿Tantos gastos tiene?
A mí no me alcanza. Le estaba diciendo ayer a mi asesor que el sueldo del Congreso ya no me alcanza. No es un gran sueldo.

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